Tendencias en eventos: el resurgir del marketing experiencial 

Ya suena a prehistoria hablar de la pandemia y cómo cambió nuestra manera de trabajar y de relacionarnos. Pero realmente marcó un antes y un después, que todavía nos afecta. Aquella época vino marcada por la digitalización y por cómo transformó la manera en que las marcas conectaban con sus audiencias. Durante una larga temporada, los eventos virtuales y las experiencias online dominaron el panorama.  

Aunque se ha mantenido la tendencia, hace poco que las cosas están empezando a cambiar: las marcas están apostando de nuevo por los eventos físicos. ¿Por qué este regreso a lo presencial? ¿Cómo se está combinando lo físico y lo digital para maximizar el impacto? Vamos a analizarlo. 

Vuelve la experiencia en vivo: lo presencial sigue importando 

Los eventos físicos están experimentando un renacimiento, y no es casualidad. Las marcas han entendido que la conexión humana, la interacción cara a cara y las experiencias son insustituibles. Durante los últimos tiempos han entrado en juego ciertos factores que explican el fenómeno de la vuelta a “lo presencial”: 

  • Fatiga digital. Tras años de webinars y reuniones virtuales, la gente está cansada del formato online. Los eventos físicos ofrecen una experiencia más rica y atractiva. 
  • Experiencias memorables. Un evento en vivo permite generar momentos únicos y tangibles, desde activaciones de marca hasta experiencias sensoriales que quedan grabadas en la memoria del asistente. 
  • Mayor engagement. Estudios recientes muestran que los asistentes a eventos físicos recuerdan mejor las marcas y tienen una mayor predisposición a interactuar con ellas. 

Pero no sólo eso. Destacaría, sobre todo, el valor del networking que va más allá de la pantalla. Si bien los eventos virtuales permitieron globalizar el acceso a contenidos y speakers, la conexión humana sigue siendo un pilar fundamental en cualquier estrategia de relaciones públicas y marketing. 

  • Relaciones genuinas. El contacto en persona genera confianza y permite conversaciones más profundas y fluidas que los intercambios digitales. 
  • Oportunidades de negocio. El networking cara a cara sigue siendo el rey para cerrar acuerdos, fortalecer alianzas y generar nuevas oportunidades comerciales. 
  • Experiencias compartidas. Desde eventos corporativos hasta festivales de marca, la participación en actividades en grupo refuerza la relación entre asistentes y empresas. 

¿Qué pasa con las ruedas de prensa? 

Las ruedas de prensa han sido durante décadas la piedra angular de las relaciones públicas, pero con la llegada del contenido digital y las redes sociales, su relevancia ha sido cuestionada. Sin embargo, en el contexto del resurgir de los eventos físicos, muchas marcas y organizaciones están volviendo a apostar por ellas. 

¿Si valen para algo? Depende de cómo se enfoquen. Una rueda de prensa tradicional, con un portavoz detrás de un atril leyendo un comunicado, es un formato agotado. Pero cuando se convierten en eventos dinámicos, con demostraciones en vivo, acceso exclusivo a ejecutivos clave o incluso experiencias interactivas, siguen siendo una herramienta potente. 

¿Están resurgiendo las ruedas de prensa? Sí, pero de manera reinventada. Ahora se ven más en formato híbrido (presencial + streaming), con interacción en redes sociales, sesiones de preguntas más ágiles y contenido pensado para ser compartido. 

Cuándo sí y cuándo no organizar una rueda de prensa 


Sí, si… 

  • Se tiene una noticia realmente relevante para los medios. 
  • Se ofrece acceso exclusivo a información o a portavoces clave. 
  • Se acompaña de una experiencia que haga el evento memorable. 

No, si… 

  • La noticia se puede comunicar con una simple nota de prensa. 
  • No hay un gancho fuerte que motive a los periodistas a asistir. 
  • Se limita a ser un monólogo sin interacción. 

En resumen, las ruedas de prensa siguen siendo una herramienta válida, pero necesitan evolucionar y adaptarse al nuevo ecosistema de comunicación. 

Estrategias híbridas: el mejor de ambos mundos 

Si bien los eventos físicos han vuelto con fuerza, no significa que lo digital quede relegado. De hecho, la combinación de formatos presenciales y virtuales es clave para maximizar el alcance y el engagement, ya que sirven para ofrecer:  

  • Transmisión en vivo y contenido on-demand. Para llegar a una audiencia global, muchas marcas están incorporando streaming y contenido grabado que se puede consumir después del evento. 
  • Interactividad digital. Herramientas como apps, encuestas en vivo y realidad aumentada permiten integrar lo digital en la experiencia física. 
  • Extensión de la conversación. Las redes sociales, hashtags y plataformas de engagement post-evento ayudan a que la experiencia continúe más allá del evento en sí. 

En definitiva, el marketing experiencial está más vivo que nunca. La clave para las marcas no está en elegir entre lo físico o lo digital, sino en combinarlos de manera inteligente para ofrecer experiencias memorables, generar conexiones reales y amplificar su impacto. 

¿Tu marca está lista para aprovechar esta tendencia? Es el momento de conectar con tu audiencia de una manera más auténtica y efectiva. 

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