Mis primeros meses trabajando en una agencia de marketing independiente

Trabajar en una agencia de comunicación y marketing multinacional es una cosa y emprender en una agencia de marketing digital independiente es otra. Ser un alto cargo europeo y ser tu propio jefe también tiene diferencias. Aquí dejo algunas.

Dirán que soy un ingenuo (¡Ingenuo!) pero me ha sorprendido cómo han reaccionado las personas que forman parte de mi red de contactos profesionales. Me refiero a mis antiguos clientes, partners, colegas de profesión y compañeros de trabajo.

Cuando uno cambia de trabajo y deja de tener un cargo directivo para emprender en un startup como Incógnito, tiende a clasificar a sus contactos entre más y menos cercanos. A unos nos los imaginamos muy, muy cerquita (emocionalmente hablando) y a otros muy, muy lejos. (Pero mucho). De los más cercanos esperamos ayuda y apoyo. De los otros, que sigan lejos.

Al emplearme en una agencia de marketing independiente he descubierto cosas que intuía y otras que no tanto. Estas son algunas de las cosas que he aprendido en mis primeros meses de Incógnito.

HAY QUIENES CREEN MÁS EN TI que tú mismo

Estos primeros tres meses trabajando en una consultora de comunicación y marketing independiente me han traído muchas sorpresas positivas. Esas sorpresas han venido de antiguos clientes, de amigos y de contactos profesionales que me conocían desde hace años. Muchos han decidido apostar por Incógnito sin importarles que la agencia apenas tenga dos años (y pico) de vida y que yo me hubiese incorporado cuando empezó 2022. A todos les doy las gracias, porque han demostrado creer en nosotros (casi) más que nosotros mismos. Gracias.

LA GENEROSIDAD PROFESIONAL ES INDIVIDUAL

Y el egoísmo es corporativo. No puedo enumerar las veces que he recibido ayuda desinteresada en estas semanas. Contactos que me faltaban. Recomendaciones públicas y abiertas sobre la calidad de nuestro trabajo. Pistas e indicaciones sobre qué era lo mejor para el problema de mi cliente (sin pedir nada a cambio). En muchos casos, esta ayuda provino de compañeros que trabajan en agencias rivales, a los que no les ha importado ser un poquito de Incógnito por unos minutos. Como diría aquél: “La vida es maravillosa”.

Primeros meses en una agencia marketing

¡TIKTOK es la caña!

Pues sí: he descubierto TikTok. Supongo que como el 40% de las personas de más de 30 años que ya lo usan. Y lo más alucinante es que uso TikTok (o más bien lo consumo) para enriquecer mis capacidades laborales. Algunas de las tecnologías que hemos implantado en la agencia provienen de consejos y recomendaciones de tiktokers en materia de herramientas de tracking de redes socialesinteligencia artificial para elaborar contenidos o nuevas aplicaciones para diseño gráfico y edición de vídeo.

MÁS DINAMISMO ¡Al fin!

El detalle de TikTok es sólo una prueba más de la belleza de trabajar en una pequeña agencia de marketing independiente. En pocos meses hemos incorporado tecnologías y procesos que, en otras estructuras más rígidas y arcaicas, nos hubiese costado meses implantar. Al no tener que satisfacer políticas internas con intereses enfrentados, hemos podido ser más ágiles y flexibles. ¡Y más innovadores, desde luego! Me gusta pensar que los clientes de Incógnito se están beneficiando de nuestro afán por innovar y adaptarnos, sin agendas ocultas, a sus necesidades. Nuevamente, nos esforzamos por convertir nuestro equipo de marketing en el equipo de cada cliente. Sin costuras. Ganamos si nuestros clientes ganan.

“Pensaba que esta nueva etapa de mi vida no tendría por qué cortar puentes ni cauces de comunicación”

ESPERA LO INESPERADO

Lo más inesperado (y a veces decepcionante) de esta nueva situación ha venido de algunas personas que -pensaba-, radiaban en mi misma frecuencia. Francamente -no voy a ocultarlo-, pensaba que esta nueva etapa de mi vida no tendría por qué cortar puentes ni canales de comunicación. Pero lo ha hecho. No acabo de entenderlo muy bien, pero hay llamadas y conversaciones que no se han producido. Conversaciones que me gustaría tener porque aprecio a esas personas y querría seguir disfrutando de su inteligencia. No sé si ha sido por miedo, por falta de tiempo o desidia (que vienen a ser lo mismo). Dicho esto, han sido pocas y poco vitales.

ANTINOMIA DE VALORES en las marcas

Estoy bastante hastiado de ver y leer sobre marcas comprometidas, de un modo u otro, con distintos valores que imperan en nuestras sociedades. También de ver cómo algunas de esas marcas sacan pecho por éste u otro premio que les han dado por su contribución a la última tendencia ‘pro-lo-que-toque’. El caso aplica a empresas y a las propias consultoras de marketing y comunicación. Como si por ser consecuente te deban dar un caramelo. O un globo. Es triste ver que esas mismas marcas vayan pisoteando los restos (laborales) de los empleados que dejan por el camino sin inmutarse ni empatizar en modo alguno con esas personas que han despreciado. ¿Soy yo el único que ve que la mayoría de las grandes empresas se está laminando a una generación por considerarla -hablemos claro-, “poco joven”? Mientras todos miramos el último tortazo de Will Smith, el mercado laboral está deteriorándose, abandonando a profesionales con 20 o 30 años de experiencia porque no dan para Instagram. Quiero pensar que Incógnito es una agencia de marketing independiente… ¡Y coherente! Y que no laminará ni frenará a nadie por su edad, género, credo ni circunstancias, ahora que tanto se habla de conciliación.

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