Seguro que has visto colaboraciones que, aunque no lo sepas, tienen nombre y apellidos. Cuando dos marcas se unen para lanzar conjuntamente un producto o una campaña, no es casualidad: es estrategia. Se llama cobranding (o co-branding), y puede ser una de las mejores formas a las que puedes recurrir para generar notoriedad.
Cobranding: definiendo el término
Cobranding es una estrategia de marketing en la que dos o más marcas se unen para crear un producto, servicio o acción conjunta. El planteamiento, en este caso, es sumar reputaciones, públicos y recursos para que ambas partes salgan ganando.
No se trata solo de juntar dos logos, sino de encontrar una conexión real entre las dos marcas colaboradoras para que tenga sentido para sus audiencias.
Tipos de cobranding
Existen innumerables formas de hacer cobranding, pero podemos concretar las siguientes:
- De producto: dos marcas se unen para crear un producto en conjunto. En el ejemplo paradigmático de la unión entre GoPro y Red Bull, suponía mezclar cámaras y adrenalina.
- De ingrediente: una marca incorpora otra como valor añadido. ¿Has tomado alguna vez helado de Oreo? El producto no es de Oreo, pero aporta valor final al producto.
- Digital: colaboraciones en redes sociales, podcasts, newsletters… Es una propuesta útil cuando se busca visibilidad en audiencias digitales específicas a través del marketing de influencers.
¿Qué gana mi marca con esto?
Lo de “la unión hace la fuerza” no es solo un dicho de taza de desayuno. Aquí hay beneficios concretos.
- Acceso a públicos nuevos: si eliges bien a tu pareja de baile, llegarás a una audiencia a la que normalmente no habrías impactado.
- Reputación compartida: asociarte con una marca que tenga buena imagen puede reforzar la tuya.
- Innovar sin hacerlo todo tú: sumar conocimientos y recursos permite lanzar productos que quizás tú solo no podrías haber logrado o habría supuesto mucho más esfuerzo.
- Costes compartidos: todo es más llevadero, desde la producción hasta la campaña de comunicación.
¿Cuándo no tiene sentido el cobranding?
No todas las marcas están hechas para ir de la mano. Ahora bien, ¿cómo saberlo? Anota las siguientes pistas:
- Valores opuestos: si no compartís principios, mejor no fingirlos.
- Tonos incompatibles: una marca con comunicación disruptiva no suele encajar con una institucional.
- Desequilibrio total: si una marca eclipsa totalmente a la otra, más que cobranding se producirá una absorción.
Algunos ejemplos que sí funcionaron
Para que no sea todo teoría, te dejamos algunos ejemplos conocidos que supieron hacerlo bien.
- Adidas x Lego: zapatillas diseñadas como las icónicas piezas de construcción. De esta manera se unieron dos públicos: niños y adultos creativos con nostalgia.
- Apple Watch x Nike: tecnología y deporte juntos de la mano una propuesta útil y muy bien ejecutada en su momento.
- Spotify y Starbucks: los baristas elegían la música de las cafeterías y los clientes podían seguir las listas desde la app.
El cobranding no es para todas las marcas, pero puede ser muy útil si se hace con cabeza. Si hay afinidad de valores, tono y objetivos, puede ser algo que destaque en un mercado saturado de mensajes similares.
Piensa que colaborar no es únicamente unir nombres: es pensar, planear y construir algo con propósito.