Durante años, comunicar significaba “salir en los medios de comunicación”. Llamabas a tu agencia y pedías una nota de prensa. Si aparecías en algún periódico o te entrevistaban en radio, el trabajo ya estaba hecho. Pero el contexto ha cambiado. Hoy no basta con aparecer: tienes que posicionarte. Y, para lograrlo, necesitas algo más que visibilidad. Necesitas credibilidad. Así que hablemos de narrativa de influencia.
¿Qué es una narrativa de influencia?
Efectivamente, es mucho más que una nota de prensa. Es una estrategia que te permite definir qué papel quieres jugar en tu sector o en la sociedad. Se trata de construir mensajes con sentido, no solo con información. Es tener presencia no solo cuando pasa algo, sino también cuando quieras que pase algo.
Tu público (clientes, medios, empleados, inversores) no esperan que les informes. Esperan que tengas una voz, una visión. Una postura sobre lo que está pasando en tu sector, en tu entorno, y por supuesto, en la sociedad. Por eso, muchas organizaciones están dejando de pedir únicamente “notas” y empiezan a construir narrativas de influencia.
Esto no es marketing ni relaciones públicas tradicionales. Es una forma estratégica de comunicar aquello que te posiciona como actor relevante. Que te sitúa en la conversación y te hace referente, no solo fuente.
El sesgo de autoridad: ¿por qué opinar te posiciona mejor que informar?
Cuando una persona aparece en medios no solo para contar sus novedades, sino también para opinar sobre temas relevantes, automáticamente su percepción cambia. ¿Has oído hablar de la economía conductual y del sesgo de autoridad? Se trata justamente de eso: quien explica la realidad parece entenderla mejor. Y quien la entiende, parece más influyente, más fiable y sólido.
Por eso, el objetivo no debe ser solo “salir” en los medios. Debe ser que tu nombre, tu marca, estén vinculados a ideas, causas o temas que te den legitimidad, autoridad y proyección.
Convertir la actualidad en oportunidad
Aquí es donde entra el valor de una buena agencia de comunicación. No se trata solo de redactar y enviar comunicados. Se trata de leer el contexto e identificar las conversaciones clave. Es anticiparse a los temas que importan hasta encontrar el lugar exacto donde tú tienes algo que decir con autoridad.
Esto es lo que en el sector llamamos posicionamiento como experto. Y no es casualidad: es estrategia pura.
La agencia filtra la actualidad y detecta dónde hay espacio para tu voz. Trabaja para “venderte” (en el mejor sentido de la palabra) como alguien que tiene algo valioso que aportar. Y lo hace ante medios de comunicación, ante otros líderes de opinión y ante públicos estratégicos.
¿Qué debes esperar de tu agencia de comunicación?
Sin ninguna duda te digo que necesitas una agencia que trabaje contigo para construir tu relato estratégico y no solo un mensaje puntual. Que te ayude a estar presente en las conversaciones relevantes, no solo en tus propias noticias. Y que te posicione como voz autorizada, no solo como un mero emisor de información. Podríamos resumirlo en una agencia que te ayude, no solo a contar cosas, sino también a influir en cómo se entienden.
A modo recordatorio, te digo que construir una narrativa de influencia no es un encargo puntual, sino una relación estratégica y bidireccional. Tu agencia necesita algo más que información para trabajar. Necesita visión, disponibilidad, compromiso con el discurso, apertura para debatir y capacidad para tomar postura cuando el momento lo exija.
En otras palabras, tu reputación no se delega: se construye en equipo. Si quieres que tu comunicación tenga impacto, no basta con pedir resultados. Tienes que involucrarte en el proceso.
Hoy, comunicar bien no es solo hablar de ti. Es saber desde dónde hablas, a quién le hablas y qué papel juegas en la conversación. Si tu comunicación se limita solo a enviar notas de prensa, vas tarde, te lo aseguro. Empieza a trabajar en cómo quieres que te escuchen, en tu narrativa de influencia.
Si aun no estás en ello, estás dejando escapar lo más valioso: la oportunidad de construir influencia, confianza y liderazgo.