7 pecados más comunes del marketing y la publicidad 

Errar es de humanos, pero lo más importante es reconocer los errores y tratar de enmendarlos. Solemos equivocarnos en muchos aspectos de la vida, en lo personal, en lo financiero e incluso en el ambiente laboral. Por suerte, en nuestra profesión de comunicadores, creativos o publicistas “no enviamos cohetes a la luna” como decía una antigua jefa, queriendo decir que la mayoría de nuestras equivocaciones podían tener solución. 

Pero ¿cuántas veces es necesario tropezar con la misma piedra para notarla y cambiar de rumbo? 

En nuestro último episodio de La Cueva de MOE, exploramos los 7 errores más comunes que se comenten una y otra vez en la industria del marketing y la publicidad. 

Aprovechamos la fiesta de San Publicito y Santa Publicita como excusa para darle un toque más dramático y “religioso” y convertirlos en los 7 pecadillos del marketing y la publicidad. ¿Estás listo para identificarlos? 

1. Táctica por delante de estrategia: La creatividad es esencial, pero no a expensas de la estrategia. A veces, nos dejamos llevar por la pasión de una idea creativa sin considerar su alineación con los objetivos estratégicos de la campaña. 

2. Creatividad por delante de estrategia: Apreciar el arte visual es clave, pero cuando el efectismo prima sobre lo efectivo, perdemos el propósito de la comunicación. La estrategia debe ser el faro que guíe la creatividad, no al revés. 

3. “Lo prometido es deuda”: La gestión del cliente es crucial, pero ¿cuántas concesiones estamos dispuestos a hacer? A veces, por la dinámica del proyecto, cedemos demasiado, y eso puede afectar la calidad final de la campaña. 

4. La promo sin límites: Todos cometemos errores. En nuestra profesión, compartir estos errores con humildad puede convertirse en una penitencia necesaria, pero también en una lección valiosa para el crecimiento. 

5. Concurso de fin de semana: Los concursos pueden ser irresistibles, pero la falta de tiempo o recursos puede convertirlos en un sexto pecado. Es vital encontrar el equilibrio entre lo tentador y lo viable para evitar frustraciones. 

6. Llámalo “X”: Nombrar adecuadamente es un arte. A veces, por falta de tiempo o recursos, cometemos pecadillos involuntarios en el naming, pero cuando es intencional, se convierte en un pecado capital. 

7. Diseños que marcan: El diseño de marca es la cirugía estética de la publicidad. La condensación máxima de contenido en elementos mínimos. Aquí, ser fino y evitar similitudes con la competencia es crucial. 

Recuerda, San Publicito y Santa Publicita nos guían, pero también debemos ser firmes con los legales y acotar las promociones. La creatividad y la estrategia, cuando bailan en armonía, crean campañas que trascienden el ruido publicitario. 

Si ya confesaste tus pecados, nos leemos en un próximo post o te esperamos en La Cueva de MOE. 

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