En el ecosistema del posicionamiento digital, trufado cada año de nuevas tendencias, actualizaciones de algoritmos y herramientas de optimización, empieza a consolidarse un concepto que promete transformar la manera en que entendemos la visibilidad online: GEO, acrónimo de Generative Engine Optimization. Si el SEO lleva dos décadas largas ayudándonos a posicionar contenidos en buscadores como Google o Bing, el GEO tendría como objetivo que nuestras marcas, mensajes o enfoques sean visibles también en motores generativos. En otras palabras, GEO vendría a ser la disciplina que trata de influir en qué responde una inteligencia artificial cuando los usuarios le preguntan por productos, empresas o servicios concretos.
La aparición de este término no es casual. En un contexto en el que millones de usuarios consultan cada día entornos como ChatGPT, Gemini, Perplexity o modelos integrados en plataformas corporativas (Copilot), el reto ya no es únicamente escalar posiciones en Google. El reto es aparecer -y aparecer bien- en las respuestas generadas por la IA. Esto abre un nuevo campo de trabajo para equipos de comunicación, marketing y, por supuesto, SEO.
¿Son compatibles GEO y SEO?
La pregunta es legítima, y probablemente la más repetida en foros profesionales: ¿va el GEO a sustituir el SEO tradicional? Nuestra respuesta es rotunda: no, al menos en el corto y medio plazo. Sí debemos asumir, sin embargo, que ambos convivirán y se retroalimentarán por un tiempo.
El SEO seguirá siendo imprescindible por tres motivos clave:
- Los motores generativos se alimentan del contenido de la web. Para entrenarse, los modelos necesitan fuentes fiables, actualizadas y bien estructuradas. Si tu web no existe, no está optimizada o no transmite autoridad, difícilmente un motor generativo podrá “reconocerte”.
- Las búsquedas clásicas no desaparecen. Google y otros buscadores siguen canalizando volúmenes enormes de tráfico y continuarán haciéndolo. Haznos caso.
- El SEO aporta señales que los modelos utilizan. Estructura de contenidos, datos, enlaces, reputación… Toda esta meta información sigue siendo fundamental.
Ahora bien, el GEO introduce una capa adicional: cómo interpretan las IA la información existente sobre una marca y cómo la utilizan para construir respuestas. Por tanto, SEO y GEO serán compatibles y complementarios. El SEO cuidará la casa; el GEO se encargará de cómo la IA la ve desde fuera.
¿Cómo convivirán SEO y GEO?
La convivencia vendrá marcada por un reparto de roles. Por un lado, el SEO se enfocará en la optimización técnica, los contenidos y la autoridad en la web. Mientras, el GEO abordará la optimización de señales externas, el contexto, la reputación y la consistencia multicanal que las IA rastrean y sintetizan.
Los modelos generativos no solo leen páginas web: analizan bases de datos públicas, notas de prensa, reseñas, redes sociales, menciones, informes sectoriales y cualquier contenido con la suficiente relevancia o autoridad. Esto exige que las marcas no solo piensen en Google, sino en el entorno completo de información que alimenta a los LLM (large language models).
Cinco ideas para mejorar el posicionamiento en motores de IA generativa
Aunque estamos en una fase temprana, ya hay estrategias claras que pueden ayudar a las empresas a influir en cómo las IA generan respuestas. A continuación, te dejamos varias líneas de trabajo que están marcando la disciplina del GEO:
1. Trabaja la autoridad semántica de tu marca
Los modelos generativos funcionan a partir de relaciones conceptuales: quién eres, qué haces, por qué eres relevante y en qué contexto encajas. Para ello necesitas:
- contenidos profundos, bien estructurados y consistentes
- una narrativa corporativa clara y homogénea en toda tu presencia digital
- y publicaciones que refuercen tu conocimiento: guías, estudios, casos de uso, white papers… Requiere un esfuerzo para el desarrollo de contenidos.
No pienses solo en palabras clave. Piensa en significados, conceptos y storytelling.
2. Refuerza tu reputación digital en todo el ecosistema
Los motores generativos son especialmente sensibles a las señales de reputación. Evalúan patrones y confianza más allá de tu web: presencia en medios digitales de calidad, reseñas verificadas, actividad de portavocía y opiniones cualificadas e incluso la participación de profesionales de la compañía en foros y publicaciones sectoriales. En GEO, la reputación es casi tan importante como el contenido. ¡No lo olvides!
3. Estructura tu información para que sea machine-friendly
Las IA necesitan información ordenada y verificable. Ayúdalas con datos estructurados siempre que sea posible. Comparte información corporativa clara y accesible (quiénes sois, cifras clave, servicios, clientes, casos de éxito) y dispón en tu web de notas de prensa y documentos con metadatos, sumarios y una estructura jerárquica clara.
Piensa que, cuanto más legible sea la información, más probable será que los modelos la utilicen.
4. Crea contenidos que respondan a preguntas, no solo a búsquedas
Los usuarios no preguntan a las IA como preguntan a Google. Eso ha evolucionado de forma clara en muy poco tiempo. Ya no escriben “agencia SEO Madrid”, sino algo mucho más elaborado y directo, como “¿Cuál es la mejor estrategia digital para una pyme?”, “¿Qué ventajas tiene trabajar con una agencia especializada en SEO técnico?” o “¿Qué agencia destaca en comunicación corporativa en España?”. Esta última tiene fácil respuesta, ¿verdad? 😉
Conecta contenidos a partir de preguntas naturales, orientadas a decisiones reales.
5. Controla la coherencia entre todos tus canales digitales
Los modelos generativos detectan contradicciones. Si tu web dice una cosa, LinkedIn otra, y una nota de prensa lo hace de manera distinta, la IA tenderá a ignorar parte del contenido, priorizando fuentes externas o rellenando el vacío con interpretaciones incorrectas.
El GEO obliga a trabajar una coherencia total, porque las IA sintetizan, cruzan y comparan.
Un futuro imprevisible
Conviene ser prudentes: nadie tiene aún la receta mágica para el GEO. La convivencia entre motores generativos, buscadores clásicos y nuevos modelos híbridos cambia mes a mes, e incluso semana a semana. Cada IA tiene su arquitectura, su manera de interpretar la información y sus propios mecanismos de actualización.
La mejor estrategia, a día de hoy, es probar, medir, aprender y volver a probar. No hay atajos, pero sí hay una oportunidad: las marcas que comiencen antes a trabajar el GEO tendrán ventaja cuando el ecosistema madure.
En comunicación y marketing digital, pocas veces hemos vivido un momento con tanto potencial. Aprovechémoslo. En un mundo donde las IA empiezan a recomendar, explicar y decidir, la visibilidad ya no se persigue, se construye.








