Si esto es una página web, es muy posible que también haya cookies. Es más: te vamos a confesar una cosa que existen y están presentes aquí, en este mismo momento.

Puede que no haga falta recordar lo que son, pero queremos explicarte de qué hablamos cuando hablamos de cookies, entre otras cosas porque nuestro departamento de Legal y Compliance nos lo recomienda encarecidamente. ¿Qué es una cookie? Por decirlo de una forma sencilla, una cookie es un fichero, un pequeño archivo informático que se deposita en tu navegador y disco duro al visitar algunas webs con la intención de recopilar información. Dicho así suena… regular, pero en la gran mayoría de los casos esto tiene una utilidad clara, necesaria y útil.

Nosotros empleamos cookies en este sitio con la finalidad, por una parte, de habilitar algunas funciones que harán que tu navegación sea más cómoda. No, no te van a abanicar ni te van a servir un aperitivo, pero sí pueden ayudar a que recordemos tus preferencias de idioma, por ejemplo. Además, nos permitirán entender tu comportamiento y el de las personas que nos visitan para saber qué os interesa más y si la disposición de los contenidos es la más adecuada. Creemos que si accedemos a esa información, que se mantiene anónima, seremos capaces de mejorar esta página y hacerla más interesante, agradable y práctica. Forma parte de nuestro trabajo y estaría muy feo que el resultado no fuera óptimo.

Para que tengas toda la información necesaria sobre cookies, te contaremos algunas cosas más sobre ellas.

Según quién las desarrolla, las hay propias y de terceros. No hay más posibilidades. Las primeras las lanzamos desde nuestros sistemas hacia tu navegador para poder darte servicio, mientras que las segundas no salen de nuestros sistemas, pero están vinculadas con otros servicios que integramos en la web, como redes sociales.

Según el tiempo que permanecen activadas distinguimos entre las de sesión y las persistentes. Las de sesión solo funcionan durante el tiempo en que el usuario visita la página y se eliminan cuando sale. Sirven para entender el comportamiento de cada persona durante el tiempo que navega por la web. Las persistentes se quedan más tiempo, normalmente unos meses. Y estas, ¿para qué valen? Lo normal es que se empleen para conservar tus preferencias y no tener que consultarte una y otra vez, por ejemplo, si prefieres la versión en español o la versión en inglés de esta web.

Según la utilidad, las cookies podemos organizarlas en unas cuantas categorías más. Vamos allá:

• Cookies técnicas. Sirven para gestionar la navegación por la página y habilitar ciertas funciones, como los elementos de seguridad.
• Cookies de análisis. Son las más comunes y permiten recabar datos para analizarlos e interpretar el comportamiento y preferencias de los usuarios. A nosotros nos ayudan a comprender cómo aterriza la gente en esta web, por qué accede a unos contenidos y no a otros, y de qué forma se puede mejorar la estructura de navegación, entre otras cosas. Todo de forma anónima.
• Cookies de personalización. Estas son las que permiten que puedas configurar algunas opciones de la web a tu gusto.
• Cookies sociales. Las utilizan las plataformas de redes sociales para controlar su integración con la página web.
• Cookies de publicidad. Facilitan la gestión de los espacios publicitarios dedicados a publicidad en la página. Aquí no las vas a encontrar.
• Cookies de publicidad comportamental. Representan un paso más con respecto a las anteriores. Permiten gestionar los espacios publicitarios de forma personalizada porque reúnen información del comportamiento del usuario y ayudan a decidir qué creatividades servir según los casos.

En nuestra web encontrarás las siguientes cookies:

Si estás navegando por esta página, imaginamos que habrás hecho uso de las opciones de configuración de cookies que te ofrecemos al entrar. Si quisieras modificar tus preferencias, puedes hacerlo desde tu navegador, pero como de entrada no sabemos cuál es, aquí te dejamos varios enlaces para que sepas cómo hacerlo:

• Google Chrome.
• Google Chrome para Android.
• Safari.
• Mozilla Firefox.
• Microsoft Explorer.
• Microsoft Edge.
• Flash.

¡Eso es todo!