Deja que te cuente una anécdota. Hace años que me dedico a la comunicación. En sus múltiples formas. Pues bien. Tras treinta años en el oficio, mi madre sigue sin saber en qué consiste mi trabajo. Ni idea. “Hace cosas de escribir”, les dice a sus conocidos. En parte, no le falta razón. Escribir es una de mis herramientas para generar ingresos. Del resto de cosas que hago, ni hablamos. Del copywriting persuasivo, menos aún.
Copywriting persuasivo. Pronúncialo con un poco de acento. Gústate en la uve doble y en la erre, con acento. De eso va este post. ¿No sabes lo que es el copywriting persuasivo? Entonces, estás perdiendo dinero.
Sigue leyendo si quieres dar un giro a tu situación. Si quieres dejar de perder dinero. Si quieres saber qué es lo que tienes que hacer con tu forma de escribir textos para tu negocio.
Te lo voy a contar.
Soy muy generoso.
Te voy a explicar los trucos para que tus palabras sean una máquina de hacer dinero.
Fíjate bien.
Lo primero es empezar con un relato anodino, pero cercano. Algo que te suene. Si es posible, arranca con una historia que suene a personal, a algo con lo que todos podemos empatizar.
(Spoiler: mi madre sí sabe a qué me dedico).
Luego, escribe de manera directa. Tutea al lector. Como si lo conocieras de toda la vida.
Si es posible, ofende. Búrlate de la simpleza del interlocutor. “¿No serás tú de los que…?”. “Si quieres seguir perdiendo dinero, deja de leer”. “Algunos prefieren ser idiotas; otros, leen este post”. Aunque te parezca mentira, tendemos a pensar que, quien escribe así, lo hace porque tiene la verdad y la razón de su lado. Tiene autoridad
Usa frases cortas. Muy cortas. Cortísimas. Ponlo fácil, no vaya a ser que una oración subordinada impida entender el texto.
Y mete interlíneas como si no hubiera un mañana.
Un párrafo tras otro.
Y otro más.
Convence a tus interlocutores de que lo complejo se puede decir de forma sencilla. Asegúrales que todo es cuestión de que te creas lo que estás escribiendo, de que estás de vuelta de todo y de que vienes del mundo del éxito para compartir una pincelada del mismo con los demás.
Porque, pudiendo guardarte los trucos de la escritura persuasiva para ti, has decidido compartirlos con los demás y extender esta forma de redactar, pensada, supuestamente, para convencer. Otra cosa es que el copywriting, entendido de esta manera, dé los resultados que esperas o sea la panacea para todos los creadores de contenido. No, no permite explicar fácil lo que es difícil; lo complejo, requiere del despliegue de diferentes niveles de profundidad. Una cosa es hacerse entender y otra, muy distinta, usar pocas palabras para ello.
Lo que sí te permitirá este tipo de escritura, que prolifera en newsletters (sobre todo, en las que hablan de escritura persuasiva), webs y white papers, es que tu estilo sea exactamente igual al de miles o millones de personas. Para este viaje, solo hace falta inteligencia artificial generativa. Y ya la tenemos. Acabemos, por favor, con el copywriting persuasivo y empecemos a convencer con contenido de valor.